El Top Ten de lo que hizo la ciencia en este año tomado de aca
El año concluye con importantes avances científicos pero sin grandes sorpresas, salvo la gran diversidad en el ADN humano detectada gracias al estudio del genoma de Venter
1) Células de recambio
Hace diez años, el núcleo de una célula de la glándula mamaria de una oveja sirvió para recrear una fotocopia viva y completa del animal. Inspirados por el origen del material genético empleado, los científicos del Instituto Roslin de Edimburgo pusieron nombre a la oveja clónica: Dolly, en homenaje a la cantante de country Dolly Parton.
La oveja Dolly disparó la carrera hacia la célula madre pluripotente, aquella que servirá como biofármaco personalizado: cada persona hará conservar sus células troncales en un tanque de nitrógeno líquido. Cuando sea preciso reparar un órgano dañado, las células se descongelarán, se derivarán en cultivo y se trasplantarán al propio donante.
El éxito de Dolly demostró que un cigoto sin núcleo contiene toda la maquinaria requerida para arrancar el programa celular que pone en marca el crecimiento de un embrión. En los primeros pasos de este desarrollo, cuando el preembrión es una pelota de células indistinguibles entre sí, éstas pueden separarse para generar individuos completos, como gemelos artificiales. Esta especialización hacia destinos celulares concretos se puede demorar por tiempo indefinido.
El camino a recorrer hacia la célula pluripotente humana debe superar dos duras barreras: por un lado, las técnicas, ya que no es sencillo aplicar a los humanos los métodos que alumbraron a Dolly. En segundo lugar, el debate social ejerce una presión sobre el uso de preembriones humanos que aún no ha encontrado un amplio consenso, a pesar de los avances legislativos.
Ambas trabas han encontrado cierto alivio en 2007. Por una parte, en noviembre se logró obtener embriones clónicos de un macaco, situando la clonación terapéutica humana a tiro de piedra. El científico responsable, Shoukhrat Mitalipov, pretende dar el salto a los clones humanos.
También en noviembre, dos grupos de Japón y EEUU culminaron con éxito una ruta alternativa para obtener células similares a las embrionarias a partir de la piel. El secreto de la reprogramación reside ahora en la adición de sólo cuatro genes al núcleo de una célula adulta. Pero esta vía, que salva el debate ético, tiene aún por delante una carrera de obstáculos para evitar el uso de genes o técnicas que pueden provocar cáncer. Las perspectivas son inmensas: este enfoque ya ha demostrado utilidad terapéutica concreta en ratones enfermos de anemia o de distrofia muscular.
2) Genoma de un humano
El proyecto Genoma Humano culminó en 2003 con una secuencia consenso del ADN humano, un marco de trabajo que ha inspirado docenas de nuevas líneas de investigación. Pero de la definición genética de un ser humano tipo al individuo concreto media la diferencia entre el patrón y la prenda. En 2007 han aparecido los primeros genomas completos personales. El científico y empresario Craig Venter y el polémico codescubridor de la estructura del ADN, James Watson, han sido los primeros en disponer de su propio código genético.
El genoma de Venter reveló un dato inesperado: los humanos no son tan iguales entre sí como se creía. Sumando el gran número de variaciones detectadas, la identidad genética entre todos los individuos se redujo del 99,9% al 99,5%.
Gracias al proyecto Genoma, han proliferado los estudios que vinculan variaciones genéticas con enfermedades y características poblacionales. Las grandes promesas en el terreno de la genómica personal han hecho nacer las primeras empresas que ofrecen mapas genéticos con fines médicos o incluso lúdicos, como las comunidades on-line y la búsqueda de pareja basada en una presunta compatibilidad genética.
3) Muerte de una estrella
La supernova más brillante jamás observada ofreció a los astrónomos la crónica visual de cómo la materia se recicla en el cosmos. Una estrella 100 veces mayor que el Sol se colapsó en un agujero negro para después explotar, un fenómeno que recreaba la infancia del Universo. La astrofísica también aplaudió la localización de los rayos cósmicos de alta energía en los núcleos galácticos activos, un hallazgo que ha sido cuestionado por los expertos que identificaron por primera vez esta clase de radiación.
4) El primo neandertal
El arranque de la secuenciación del genoma neandertal acompañó algunos nuevos hallazgos e hipótesis sobre los extintos parientes del Homo sapiens. La posible hibridación entre ambas especies ha sido motivo de debate. Restos en Atapuerca sugieren que los neandertales hubieran tenido algo que decir al respecto: probablemente, podían hablar.
5) Ordenadores del futuro
Nuevos materiales, como los óxidos metálicos de transición, y nuevas configuraciones han propiciado avances hacia la viabilidad de los superconductores y hacia la posibilidad de almacenar información en los electrones no solamente por su carga, sino por la orientación de su giro o espín. Los avances en la ciencia de la espintrónica sitúan la computación cuántica más cerca.
6) Vacío muy informativo
Una mancha fría en la bóveda celeste resultó ser la firma del supervacío de Eridanus, un inmenso agujero cósmico donde cabría 10.000 veces la Vía Láctea. No es el primer vacío que se descubre en la estructura del cosmos, donde las galaxias se agrupan en hilos que separan inmensos huecos; pero el tamaño del de Eridanus duplica el mayor conocido hasta ahora y desafía las teorías sobre la formación del Universo.
7) Segunda residencia
Los planetas extrasolares han ido rellenando los catálogos estelares en la última década. Pero hasta abril de este año, ninguno de ellos como Gliese 581 C, quizá el lugar localizado hasta ahora en el Universo donde un humano se encontraría más como en casa, lejos de casa. Su radio es sólo un 50% mayor que el terrestre y sus temperaturas podrían oscilar entre los 0ºC y los 40ºC.
8) Abuelo de los pájaros
Un dinosaurio antecesor de las aves ha obligado a reconsiderar la evolución de estos animales. Se creía que los abuelos de los pájaros adquirieron la capacidad de volar como consecuencia de reducir su tamaño. El hallazgo del pequeño Mahakala omnogovae en el desierto de Gobi ha desvinculado evolutivamente la reducción de tamaño y la aparición del vuelo.
9) El nuevo mundo
El proyecto ANDEEP de exploración de las aguas antárticas reveló en mayo más de 700 nuevas especies marinas, lo que sugiere una biodiversidad sorprendente hasta más de 6.000 metros de profundidad en aquel gélido rincón del planeta.
10) Era el más anciano
En octubre un trabajo de prospección marina al norte de Islandia arrojó un resultado inesperado: los científicos descubrieron el animal más anciano jamás hallado. Era un ejemplar de almeja de la especie Arctica islandica. Su edad, estimada por las estriaciones de su concha, se calculó entre los 405 y los 410 años. Una amarga ironía: para que el récord de este longevo animal pudiera constar en los registros científicos, fue necesario sacrificar su larga vida.